Una de las frases que más resuena en casi todos los ámbitos, es aquella que dice que "todo tiempo pasado fue mejor" e incluso en algunos países forma parte del refranero tradicional. La frase, además de extremadamente subjetiva, pareciera denotar una nostalgia pesimista por tiempos que ya pasaron y que teóricamente fueron los mejores, donde ocurrieron los éxitos, emociones, anhelos realizados etc que serán añorados por siempre. Sin embargo, me parece que esta frase carece de algo importante: de veracidad y sentido común, así que voy a desentrañar sus orígenes, el por qué se afirma tal falacia y su exacerbado uso en la cultura popular.
En primer lugar, veamos los orígenes de esta frase:
La primera vez que apareció fue en la obra "Coplas sobre la Muerte de su Padre, el maestre don Rodrigo Manrique" escrita en 1476 por el político, militar y escritor español Jorge Manrique (1440-1479), hijo del mencionado Santiago Manrique. Sin embargo, las palabras exactas aparecidas en esta obra perteneciente al género elegía funeraria y pieza capital de la literatura española fueron: “Cualquier tiempo pasado fue mejor”, sin que se sepa a ciencia cierta en que momento exacto fue que popularmente fue cambiada en el habla cotidiana.
Ahora bien, ¿por qué hay tantas personas que creen ciegamente que se vivía mejor en el pasado, o que ya no hacen las cosas como antes, o que se vive peor que antes? ¿por qué incluso hasta parece ser cierta esta percepción en la vida cotidiana? ¿Es acaso la nostalgia tan fuerte que no nos permite vivir el presente a plenitud o mantener la objetividad?
Lo cierto es que hay factores psicológicos que influyen en este pensamiento, y es que se trata de una distorsión cognitiva que hasta podríamos llamar un truco de nuestra mente que produce una nostalgia en exceso. Existe un término aún más preciso para esa sensación: el declinismo, la creencia de larga tradición de que vivimos peor que antes o, de que "todo tiempo pasado fue mejor". También pudieramos hacer alusión al fenómeno de la retrospección idílica, también llamada retrospección color de rosa, que se refiere al fenómeno psicológico de juzgar el pasado desproporcionadamente más positivo de lo que se juzga el presente.
No obstante, hay que establecer la diferencia entre nostalgia y declinismo, ya que pudieran parecer similares, pero no lo son y poseen además, un historial bien distinto:
La nostalgia tiene su origen etimológico en el griego antiguo (de las palabras para "regreso" y "dolor"), pero su creación conjunta data recién del siglo XVII, cuando un estudiante de medicina, llamado Johannes Hofer, acuñó el término para referirse a los síntomas de los mercenarios suizos que luchaban en tierra lejanas, y que describió como "una enfermedad cerebral de, esencialmente, causa demoníaca", provocada por "la vibración de los espíritus animales a través de las fibras del cerebro medio, en donde restos impresos de las ideas de la Patria todavía se aferran".Por influencia de Hofer, la nostalgia se trató como enfermedad física y luego psiquiátrica por varios siglos. Recién en el siglo XX comenzó a ser vinculada al mayormente inofensivo anhelo por tiempos pasados, sobre todo, aunque no exclusivamente por supuesto, en la niñez.
Por otra parte, el término "declinismo" es bastante más reciente, y fue acuñado por el cientista político estadounidense Samuel P. Huntington, en 1988, para describir el pesimismo político y económico del país aquel año. Actualmente, está definido como "la creencia que algo, sobre todo un país, sistema político o económico, o incluso una persona está experimentando un decaimiento significativo y posiblemente irreversible". Aunque se alimenta de la nostalgia, el declinismo es distinto, porque incluye una valoración negativa del tiempo actual respecto al pasado, que se extiende al futuro. Básicamente pensamos: "estábamos bien, estamos mal, y estaremos peor".
Ambos, por supuesto, son términos creados para nombrar distintas impresiones de esa añoranza por el pasado que nos afecta desde, prácticamente, los orígenes de la civilización humana.
Cuando nos ponemos nostálgicos, recordamos un pasado idealizado en una combinación de muchos recuerdos diferentes, todos integrados, en cuyo proceso se han filtrado todas las emociones negativas. Es decir, tenemos tendencia a olvidar con más facilidad lo negativo, quedándonos con los recuerdos positivos, por eso tenemos presentes las buenas experiencias de la infancia por ejemplo, y olvidamos los ratos no tan buenos. La memoria no es fidedigna, sino que se modifica constantemente. Nuestra tendencia a evocar en luz positiva nuestros recuerdos y recordarlos vívidamente, se explica por fenómenos estudiados por la psicología moderna. De todos los recuerdos que podrían ser evocados, una persona promedio debería tener más recuerdos positivos que negativos. según la Asociación Estadounidense de Psicología (APA). Esto no significa necesariamente que tengamos más experiencias positivas que negativas, sino que olvidamos con mayor facilidad éstas segundas, en otras palabras, las reprimimos.
El doctor Richard Walker, autor de algunos de los estudios antes mencionados, explica que "hay una tendencia a amortiguar el impacto emocional de los eventos negativos [...] porque las personas están motivadas para ver los eventos de su vida en una luz relativamente positiva". Por otro lado, tenemos el llamado "bache de la reminiscencia". El término se utiliza para referirse al desproporcionado número de memorias que codificamos entre los 10 y los 30 años, que es el periodo de nuestras vidas más "memorable", literalmente, por número y por importancia autobiográfica. Es, de hecho, muy evidente en personas mayores de 40. No son sus 30s lo que mejor recuerdan, pese a que sucedió más recientemente, sino sus 20s y sus 10s, a pesar de que ya ha transcurrido más tiempo (como esa percepción tan común que hace que a algunos les cueste comprender por ejemplo, que una persona nacida en los años 90s ya ha pasado los 20 y se encuentra cerca de los 30 años de edad)
Si juntamos estas dos distorsiones de la mente, la "amortiguación" de recuerdos negativos en favor de positivos, y la mayor claridad de recuerdos adolescentes y de juventud, se obtiene un espejismo perfecto de los dias de antaño, donde todo parecía más y mejor.
Pero no hay que equivocarse, repito: es un truco de la mente.
Habiendo ya definido el concepto de declinismo y explicado el por qué se produce, cabe aún preguntarse hasta que punto podría ser el mundo en que vivimos actualmente mejor o peor que en épocas pasadas, ya que está tan extendido el declinismo, cualquier persona pudiese cuestionarse que tan malo o bueno es el mundo actual, ya que ha escuchado hasta la saciedad que en el pasado era mejor. De acuerdo a indicadores mundiales tales como mortalidad, expectativa de vida, ingresos, empleabilidad, mortalidad infantil, y más, y observando su evolución histórica. se puede afirmar, objetivamente, que estamos mejor que nunca. Pudiera parecer absurdo para algunos ante todos los problemas que vemos hoy, pero es lo que indican los hechos: estamos mucho mejor que en cualquier época pasada. Es que es muy díficil para muchas personas tener una visión fáctica del mundo. Y es que como especie somos bastante deficientes para hacer evaluaciones del estado del mundo actual (al punto de ser superados por chimpancés) y que, indudablemente, tenemos una visión bastante fatalista y declinista.
No sabía que era un mecanismo de subsconsciente, Si había oído hablar de una manera más simple la percepción de creer que se tiene menos edad y tener más. Entonces estaría muy bien hablar de ese llamado crisis de los 40 cuando(Muchas mujeres afirman) el hombre comienza hacer cosas de jóvenes. No teniendo en cuenta de la edad que tiene por la añoranza de de esa juventud. La he vivido con mi ex. Así que ... ¿qué me puedes decir tú?
ResponderBorrarLa llamada "crisis de los 40" es otra cuestión diferente, que no tiene que ver con el declinismo o la retrospección idílica; este último concepto se explica con más detalle en la segunda parte de este artículo.
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