El
kraken es una enorme criatura marina de la mitología escandinava descrita
comúnmente como un tipo de pulpo o calamar gigante o medusa que, emergiendo de
las profundidades, atacaba barcos y devoraba a los marineros. El mito puede
realmente haberse originado en supuestos avistamientos de calamares gigantes
reales que se estima tendrían de 33 a 45 metros de largo, incluyendo las patas
con tentáculos. Los supervivientes contaban el relato del monstruo de los
mares, que, según la leyenda, aparecía frente a las costas de Noruega e
Islandia. El nombre de Kraken suele asociarse popularmente a la especie de
calamar gigante Architeuthis dux, de la cual hoy en día se sabe muy poco,
debido a la gran profundidad a la que habita.
El
Kraken tenía la costumbre de acosar a los barcos, y muchos informes de épocas
antiguas (incluidos algunos de oficiales navales), aunque de muy dudosa
veracidad desde luego, afirmaban que los atacaba con sus fuertes tentáculos. Si
le fallaba esta estrategia, la bestia empezaba a nadar en círculos alrededor de
la nave, creando un fuerte remolino para hundirla. Y por supuesto, como todo monstruo
mitológico que se respete, tenía que gustarle la carne humana, y las leyendas
cuentan que el Kraken podía devorar de un solo bocado a toda la tripulación de
un barco.
Las
primeras historias acerca del Kraken datan del siglo XII, en Noruega,
refiriéndose a una criatura del tamaño de una isla. En 1752, cuando el obispo
de Bergen, Erik Ludvigsen Pontoppidan, escribió su Historia Natural de Noruega,
describió al Kraken como “una isla flotante de una milla y media” (se decía que
el lomo de la criatura medía 2.4 km) y además agregó: “Parecen estos los brazos
del kraken, y está dicho que si agarrasen al hombre de guerra más grande, lo
arrastrarían hasta el fondo.”
Sin
embargo, con el transcurso del tiempo, el tamaño del legendario monstruo fue
haciéndose menor en la cultura popular, aunque igual de feroz.
Otros
sostienen que la historia del Kraken se remonta a un cuento escrito en 1180 por
el rey Sverre de Noruega. Al igual que muchas leyendas, la del Kraken comenzó
con un basamento real: los avistamientos del calamar gigante. Para los
marineros antiguos, el mar era traicionero y peligroso, escondiendo una enorme
cantidad de criaturas monstruosas en sus oscuras y remotas profundidades.
Cualquier encuentro con un animal desconocido podría adquirir una connotación
mitológica en las historias de marineros. La fortaleza del mito se hizo tan fuerte,
que el Kraken todavía se podía encontrar en los primeros estudios científicos
del mundo natural en el siglo XVIII en Europa. Cuando en 1953 se encontró
varado en una playa danesa a un gigante cefalópodo (un pulpo gigante), el
biólogo noruego, Japetus Steenstrup, describió científicamente a dicho animal
como calamar gigante o Architeuthis dux.
Después
de 150 años de investigaciones acerca del calamar gigante que habita en los
océanos de todo el mundo, todavía se está debatiendo si representa a una sola
especie o si existen hasta 20 especies distintas. El mayor de los Architeuthis registrados alcanzó 18
metros de longitud, incluyendo su largo par de tentáculos; pero la inmensa
mayoría de estos especímenes son mucho más pequeños. Los ojos del calamar
gigante son los más grandes del reino animal, y resultan vitales en las oscuras
profundidades en las que habita este cefalópodo (hasta los 1.100 metros de
profundidad, tal vez, incluso, llegando a alcanzar los 2.000 metros).
A
pesar de su tamaño y velocidad, el Architeuthis tiene, a su vez, un predador:
el cachalote. Por ende, un Architeuthis, a pesar de que posee suficientes músculos
en sus tentáculos como para aferrarse a su presa, nunca podrá superar a un
cachalote en una batalla. Su única opción es la huida, cubriendo su retirada
con la típica nube de tinta de los cefalópodos.
El calamar gigante sigue siendo el animal más esquivo del mundo, lo cual también
ha contribuido, en gran medida, a aumentar su aura de misterio. Todavía hoy en
día muchas personas se sorprenden al descubrir que realmente existe.
Calamar gigante |
Después
de todo, pese a las numerosas investigaciones científicas, y habiéndose ya
aclarado el origen de esta leyenda (que como leyenda al fin, no existe tal
animal en realidad), el Kraken todavía se mantiene en la imaginación popular debido
a películas, libros y videojuegos, e incluso hasta en tratados de biología
escritos por pseudocientíficos de muy dudosa objetividad. Representaciones como
éstas han llegado a definirlo en la mente del público como una bestia implacable
al acecho de navíos.
¡Qué maravilla son los seres mitológicos! ¿Son invenciones, son reales? Y que más da!! Lo mejor de todo es conocer su leyenda y disfrutarlos en cada aventura o historia (que nos inventemos o que veamos por Tv o Cine).
ResponderBorrarSaludos,
HemosVisto!
Gracias por tu comentario y saludos. Te invito a visitar un artículo en este mismo blog sobre el mito del hombre lobo, otra de las, sin dudas, más conocidas entre las criaturas mitológicas.
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