¿QUÉ TAN POSIBLE ES VIAJAR EN EL TIEMPO?


  Viajar en el tiempo ha sido una de las fantasías del ser humano por siglos. Es una tendencia popular en películas y ficción. Ha inspirado cantidad de novelas y obras de ficción, así como ha sido una de las ambiciones científicas más recurrentes de la mente humana desde hace mucho tiempo.

  El viaje a través del tiempo es un concepto de desplazamiento hacia delante o atrás en diferentes puntos del tiempo, similar a como se hace un desplazamiento en el espacio. Además, algunas interpretaciones de viaje en el tiempo sugieren la posibilidad de viajes entre realidades o universos paralelos.

   No podemos viajar en el tiempo para ver a los egipcios construir las pirámides por ejemplo. Sin embargo, en el siglo pasado, los científicos construyeron un sinnúmero de teorías que sugerían que era posible dar un salto al futuro; viajar al pasado, no obstante, es mucho más complicado, virtualmente imposible, al menos por lo que sabemos hasta ahora.

  El físico alemán Albert Einstein (1879-1955) sentó las bases para muchas de las teorías científicas actuales en la investigación de los viajes en el tiempo. Las teorías de Einstein sobre la relatividad general y especial cambiaron drásticamente nuestro entendimiento del tiempo y el espacio. Y es a causa de estas teorías que se cree que viajar en el tiempo es posible, al menos hacia el futuro. Las ideas de la Relatividad Especial son muy difíciles de imaginar porque no son cosas que experimentamos en la vida diaria. Esta teoría dice que el espacio y el tiempo son realmente aspectos de la misma cosa: del tiempo espacial. Hay un límite de velocidad de aproximadamente 300.000 kilómetros por segundo para cualquier cosa que viaje a través del tiempo espacial, y la luz siempre viaja al límite de velocidad.

La Relatividad Especial también plantea que ocurre algo interesante al movernos a través del tiempo espacial, especialmente cuando la velocidad relativa respecto a otros objetos es cercana a la velocidad de la luz. El tiempo pasa más lentamente para el objeto que se mueve que para los que ha dejado atrás en reposo.

  Los viajes en el tiempo también ocurren para los objetos dentro de campos gravitacionales. Einstein tenía la otra teoría denominada Relatividad General, que predice que el tiempo pasa más lentamente para los objetos en campos gravitacionales (como aquí en la Tierra) que para los objetos lejanos de tales campos. De modo que existen todo tipo de distorsiones del tiempo cerca de los agujeros negros, donde la gravedad puede ser muy intensa.

  Una de las opciones más populares para el viaje en el tiempo sería un agujero de gusano, también conocido como puente Einstein-Rosen. Junto con el físico estadounidense Nathan Rosen (1909-1995), Einstein sugirió la existencia de los agujeros de gusano en 1935, y aunque no se ha descubierto ninguno, muchos científicos han contribuido con sus propias teorías acerca de cómo podrían funcionar. Stephen Hawking y Kip Thorne son, probablemente, los más conocidos. Asumiendo entonces que los agujeros de gusano existen (algo que no se ha podido comprobar hasta ahora), a finales de los años 80, Thorne dijo que un agujero de gusano se podía convertir en una máquina del tiempo. Según la teoría general de la relatividad de Einstein, el agujero podría actuar como un puente a través del espacio-tiempo conectando dos puntos distantes con un atajo.



  La teoría dice que ciertos tipos de agujeros de gusano permiten viajar en el tiempo en ambas direcciones, si pudiéramos acelerar uno de sus extremos a (casi) la velocidad de la luz y, después, revertir el proceso para colocarlo en su posición original. Mientras tanto, el otro extremo quedaría estático. Como resultado, el extremo que se mueve envejecería más lento que el estático gracias al efecto de dilatación del tiempo. Sin embargo, en el uso de este método hay bastantes limitantes. La principal es el simple hecho de que necesitamos un método para crear agujeros de gusano, una vez creado, este solo nos permitirá viajar al pasado hasta el punto en el que fue creado. Así que, definitivamente, nunca seremos espectadores de la construcción de las grandes Pirámides en Egipto.


  La teoría de la Relatividad General de Einstein integró, por primera vez, el tiempo como la cuarta dimensión (si bien no fue Einstein en realidad el primero en formular al tiempo como cuarta dimensión). A partir de entonces, cualquier cálculo físico debía tener en cuenta tres coordenadas espaciales y una temporal. Esta teoría demostró que el espacio y el tiempo son en realidad relativos, ambos parte de un espacio-tiempo unificado, deformado por la gravedad o el movimiento De esta forma se define un tejido en el que el espacio y el tiempo están estrechamente relacionados. A velocidades mayores, el tiempo se dilata. Lo mismo ocurre en la proximidad de una gran masa. Dicho de otro modo, podríamos viajar en el tiempo hacia el futuro si conseguimos desplazarnos a gran velocidad o si nos acercamos a una gran masa, como un agujero negro. El paso del tiempo depende de la velocidad a la que se mueva un cuerpo. Así, cuanto más rápido sea, más lento transcurrirá el tiempo a su alrededor. Pero no en sí mismo, donde el tiempo transcurrirá normalmente. Esto se ejemplifica muy bien con la conocida parábola de los gemelos. En ella se explica cómo dos gemelos idénticos se separan. Uno de ellos se dirige a un viaje espacial que le llevará a los confines del sistema solar durante varios años viajando a velocidades cercanas a las de la luz. El otro se queda tranquilo en casa. Cuando vuelve el gemelo cosmonauta, se encuentra que mientras que para él han pasado apenas algunos años, para su hermano han sido décadas. Puede, incluso, que toda su familia inmediata hubiera muerto.


Este concepto teórico, que resulta bastante difícil de comprender, en realidad has sido probado en más de una ocasión, incluyendo una prueba realizada con relojes atómicos, ultra precisos y los gemelos estadounidenses Scott y Mark Kelly. Como vemos, lo que ocurre al final es que el gemelo que viajó al espacio (Scott), lo hizo también hacia el futuro, de ahí que ahora sea 5 milisegundos más joven que Mark. No obstante, no puede viajar hacia atrás en el tiempo y nivelar esos milisegundos, Según las teorías de Einstein, para ello tendría que viajar más rápido que la velocidad de la luz, algo imposible para todo objeto con masa.


Pero entonces, ¿a qué velocidad hay que ir para viajar en el tiempo?


El cosmonauta ruso Guennadi Pádalka batió en 2016 el récord de permanencia en el espacio. Pádalka estuvo 804 días en el espacio, superando por poco los 803 días de su compatriota Serguéi Krikaliov. Gracias a la velocidad que han llevado, unos 27.000 km/h, durante todo este tiempo, se podría decir (o no) que ambos han viajado hacia el futuro 0,02 segundos. Es decir, cuando volvieron a la Tierra, para ellos habían pasado 0,02 segundos menos que para los que permanecieron en la superficie. Y es que, cada día que pasan en órbita, su reloj se “atrasa” 38 millonésimas partes de segundo.


En realidad, los científicos e ingenieros que planifican y operan algunas misiones espaciales deben tener en cuenta las distorsiones del tiempo que ocurren debido a la Relatividad General y Especial. Estos efectos son demasiado pequeños para que tengan importancia en términos humanos o a lo largo de una vida humana. Sin embargo, las minúsculas fracciones de segundo sí importan para el trabajo preciso necesario para hacer volar las naves espaciales a través del Sistema Solar. 



  En los últimos años, algunos científicos han usado estas distorsiones en el tiempo espacial para pensar posibles maneras en que podrían funcionar las máquinas de tiempo. Algunos consideran la idea de los "agujeros tubulares", que podrían ser atajos a través del tiempo espacial. Esta y otras ideas son interesantes experimentos del pensamiento en este momento, y aunque no sean posibles para los objetos reales, están basadas en conceptos científicos sólidos, pero muchas veces son demasiado fantasiosas o como si se tratase de una película de ciencia-ficción. Sin embargo, en todos los viajes en el tiempo permitidos por la ciencia, todos a nivel teórico por supuesto, no hay manera en que un viajero pueda retroceder a un momento anterior al cual se había construido el objeto que permitió el viaje, o sea la "máquina de tiempo".

  En años recientes, se han comprobando algunos aspectos de las teorías de Einstein. La última y quizá la más emocionante, es el efecto, antes mencionado, llamado dilatación del tiempo. La dilatación del tiempo básicamente se refiere a la idea de que el tiempo pasa más despacio para un reloj que se mueve que para uno estático. La fuerza de gravedad también afecta la diferencia en el tiempo transcurrido. Entre más gravedad y más velocidad, habrá mayor diferencia en el tiempo. Los agujeros negros, como el de la película Interstellar (llamado Gargantua), por ejemplo, producirían una cantidad masiva de dilatación del tiempo, debido a su fuerza gravitacional extrema.

  Hay quienes aseguran que los viajes en el tiempo hacia el futuro son posibles. Tendríamos que desarrollar tecnología muy avanzada para hacerlos. Podríamos viajar 10.000 años hacia el futuro y cumplir sólo 1 año durante ese viaje. Sin embargo, un viaje de este tipo consumiría una cantidad extraordinaria de energía. Los viajes en el tiempo hacia el pasado, por otra parte son muchísimo más difíciles, prácticamente imposibles según las leyes de Einstein, ya que ni siquiera comprendemos demasiado bien la ciencia en la cual podríamos basarlos.

  Pero aún queda la pregunta: ¿es posible viajar al pasado? La respuesta más inminente o la más acertada hasta ahora sería que no, ya que las leyes físicas establecen demasiadas limitaciones, Sin embargo hay científicos un tanto más optimistas al respecto, según el lógico matemático y filósofo austríaco Kurt Gödel (1906-1978), las leyes físicas no necesariamente prohíben los viajes hacia el pasado. Es solo que tampoco hemos descubierto que exista tal posibilidad. Para hacerlo, según demostraba con un modelo Gödel, solo haría falta viajar hacia el futuro lo suficiente como para encontrarnos con nuestro pasado. Algo parecido a lo que ocurriría si comenzásemos a recorrer el mundo. Al darle la vuelta llegaríamos al mismo punto e, incluso, volveríamos a recorrer los mismos lugares por los que ya habíamos pasado anteriormente. Para que esto suceda con el tiempo de nuestro universo, este debería encontrarse en rotación. En tal caso, podrían darse las curvas cerradas, líneas temporales infinitas, como círculos en el tiempo. Los físicos han descrito y descubierto montones de dichas líneas temporales. Pero solo en teoría. Hasta el momento nadie ha conseguido viajar hacia atrás en el tiempo nii lo más mínimo. Gödel tampoco consiguió demostrar que el universo está en rotación, una premisa necesaria.

Ahora, en base a este aspecto, viajar hacia el pasado "dando la vuelta" no es práctico ni cómodo. Para poder hacerlo deberíamos usar un atajo. Aquí los físicos se enfrentan en intensos debates entre los defensores y los detractores de viajar en el tiempo. Una opción plausible sería una singularidad. Como el mencionado anteriormente agujero de gusano. Una singularidad es un evento cuyas propiedades físicas varían hasta "romper" las leyes físicas que conocemos. En el caso del agujero de gusano, donde dos puntos del espacio pasan a estar alejados una distancia de cero, no solo el transporte espacial sería posible, sino tal vez también el temporal, pues son dos aspectos intrínsecos. En cualquier caso, viajar hacia el pasado, es más propio de la ciencia ficción que de la ciencia en sí. 



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