EL MITO DE LA RUBIA TONTA

 


  El término rubia tonta es un estereotipo despectivo para referirse a un arquetipo de mujer de cabello rubio, atractiva, muy preocupada por su aspecto y materialista, pero de poca inteligencia y sentido común.

  El gen causante del cabello rubio apareció hace 11.000 años en la región de los países bálticos, mientras que el gen de los ojos azules apareció hace 6.000-10.000 años en la región del norte del Mar Negro, cerca del Cáucaso. Se ha instaurado, debido a cuestiones sociales, que las personas con esos fenotipos son más llamativas. Lo cierto es que estos rasgos, al ser diferentes a los del resto de los humanos en esos tiempos, aportaron ventajas evolutivas en el lugar en que surgieron. Se ha sugerido que las mujeres con estas características eran preferidas por tener mayor fertilidad, causada por un alto nivel de estrógeno.

  Es obvio que como todo mito y estereotipo al fin, no se sostiene con evidencia real o científica. El color rubio del pelo se debe a la falta de un pigmento llamado eumelanina. Y por supuesto que las rubias no son tontas, sin embargo, persiste la creencia generalizada de que carecen de inteligencia. La relación que se suele establecer entre el color rubio de cabello y un menor coeficiente intelectual es totalmente falsa.

Este estereotipo (que por cierto también afecta a los hombres, aunque en menor medida), se centra en la creencia de que las rubias son sexys y que los hombres guapos son tontos. Es una relación de ideas que se hace al considerar que las personas atractivas no necesitan recurrir a su inteligencia para conseguir sus objetivos. Estas percepciones no son un estereotipo de la sociedad actual, sino que responden a una creencia heredada de nuestros antepasados. Para varias culturas europeas, una cabellera rubia era un rasgo atractivo, aún más si iba acompañada de ojos azules. En la antigua Roma, las romanas, la mayoría de ellas morenas, buscaban todo tipo de métodos para teñirse el cabello de rubio porque sentían celos de las esclavas que sus maridos traían de las campañas por Germania.

  La primera mención clara y cercana a nuestros tiempos del mito de la “rubia tonta”, fue en 1775, cuando una talentosa bailarina llamada Rosalie Duthé (1748-1830), se hizo muy famosa como cortesana de la nobleza, lo cual atrajo la envidia de muchas personas. Rosalie fue satirizada en la obra de teatro "Les Curiosites de la Foire Saint-Germain"  (Curiosidades de la Feria de Saint-Germain), que la presentó como una muñeca de tamaño humano, y sin un ápice de inteligencia aparentemente, hasta que los visitantes se dan cuenta que les robaron su dinero. Esta obra de teatro fue un éxito rotundo, y convirtió a Rosalie en el primer caso registrado de este mito.

Luego, otra aparición del mito fue en la novela "The Woman in White" (La Mujer de Blanco), del novelista y dramaturgo inglés William Wilkie Collins (1824-1889), publicada en 1859, que muestra a las rubias como apagadas, lentas y sin iniciativa, mientras que las morenas aparecen como más activas, creativas y realistas. Este arquetipo se extendió por toda la literatura posterior, donde por mucho tiempo los personajes rubios femeninos eran representados como "víctimas a rescatar”, mientras que las morenas luchaban por su independencia.

El mito permanecía aún en 1925, cuando la escritora estadounidense Anita Loos (1889-1981) comenzó a escribir artículos en la revista Harper’s Bazaar sobre este tema. Los artículos tuvieron tanto éxito, que la revista triplicó su tiraje, y llamó la atención del influyente escritor irlandés James Joyce (1882-1941), quien le propuso a Anita escribir una novela basándose en ellos. La novela se llamó "Gentlemen Prefer Blondes" (Los Caballeros las Prefieren Rubias), y fue luego popularizada por Marilyn Monroe (que interpretó al personaje de Lorelei Lee, su protagonista) y que estableció a un nivel global el estereotipo de “la rubia tonta” a partir del año 1953. La novela cuenta la historia de una mujer de compañía para hombres ricos. Esta mujer, rubia, amante de los diamantes, más que tonta es superficial, pero contribuyó mucho al mito popular de que las rubias son más atractivas y libertinas que las morenas.

  La ciencia ofrece algunos motivos de por qué resulta más o menos atractivo un color u otro de cabello. Primeramente una razón biológica, heredada de nuestros ancestros primitivos: cazar era muy peligroso, había pocos adultos preparados para ello y las mujeres dependían de los hombres para alimentarse. Esto fomentaba la competencia sexual entre las féminas, una batalla que siempre ganaban las rubias, porque ellos las preferían en detrimento de las morenas. Otro factor biológico que explicaría el supuesto éxito de las rubias entre el género masculino, se encuentra en el número de estrógenos que poseen estas mujeres, más elevado de lo habitual, un factor que las hace más atractivas sexualmente

  Los estereotipos, mitos y creencias arraigadas en la sociedad condicionan inconscientemente el pensamiento. Aunque se sabe que los estereotipos nunca responden a la realidad, actúan como un lente a través de la cual se observa y se interpreta la realidad y se actúa en consecuencia. No existe ninguna relación entre el color del cabello y la inteligencia, y de hecho, se ha demostrado que el coeficiente intelectual medio de las mujeres rubias no es inferior a la media del total. Otros estudios, que han tratado de averiguar cómo afecta este mito al desempeño intelectual de los rubios y de la gente en general, han arrojado resultados bastantes sorprendentes. Un grupo de científicos franceses comprobaron cómo personas de ambos sexos y de distinto color de cabello, reducen su capacidad intelectual después de ver fotografías de mujeres rubias, a pesar de ser individuos inteligentes.

  La educación influye en el desempeño intelectual: es sabido que el nivel educacional tiene incidencia en el desarrollo pleno de la inteligencia. Esto quiere decir, que quienes tienen mayor educación, tienen más herramientas para utilizar su intelecto, sin que en esto tenga algo que ver el color de cabello.

  Pero, no obstante el estereotipo ser falso, no quiere decir que no produzca efectos reales. Porque gran cantidad de personas sí son afectadas y mucho por los estereotipos que les aplican, y otras tienden a empatizar con los prejuicios que las rodean, los hacen propios y los incorporan. Lo cual puede ser positivo o negativo dependiendo del entorno en que se desenvuelvan. El mito de la "rubia tonta" es falso, pero tiene efectos reales, no solo en la cultura, sino también en el desempeño de cada persona.

  ¿Y en el caso de las personas que se tiñen? Pues en la mayoría de esos casos está fuertemente presente la influencia del estereotipo que ha quedado ya explicado.

 

2 Comentarios

  1. El cabello rubio en las mujeres es un detalle muy hermoso.
    Por eso existen pinturas que lo aclaran. Hoy ya no se sabe quien era natural y quien si.

    Por ejemplo la legenedaria Marilyn Monroe, era esa rubia....oxigenada.

    Pero es increible, el color del cabello le cambio la vida, realzo su belleza de un modo increible.

    Y asi otras mujeres, famosas.

    Incluso hoy chinas y japonesas por igual se aclaran el cabello.

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    1. Ten en cuenta que ese afán por lucir un cabello rubio está estrechamente relacionado con cánones de belleza impuestos desde la cultura popular, que ha generalizado la idea.

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